La Policía Nacional ha detenido a una mujer de 31 años en Ciudad Real, acusada de un delito de hurto mediante el conocido método del 'abrazo amoroso'. Este incidente ocurrió en Zaragoza, donde también se le acusa de un delito de agresión sexual por realizar tocamientos no consentidos a la víctima. El objetivo era hacerse con un botín de joyas y dinero. El suceso tuvo lugar el 9 de agosto, alrededor de las 22:00 horas, en la calle Reino, en el distrito de La Almozara. La víctima, un hombre de avanzada edad, estaba a punto de entrar en su vehículo cuando fue abordado.
La mujer se acercó al hombre y le pidió que la llevara en su coche a la Estación Intermodal. Al recibir una negativa, aprovechó la cercanía del momento para rodearle el cuello en un gesto de aparente confianza, dejando al hombre en una situación de total vulnerabilidad. Durante este acto, la mujer realizó tocamientos sexuales no consentidos, con el objetivo de distraer a la víctima y facilitar el robo de sus pertenencias, que incluían varias joyas de oro y una cantidad de dinero en efectivo que superaba los 4.000 euros. Este no era el primer incidente de este tipo en el que la mujer había estado involucrada.
Horas antes de este suceso, la mujer había sido puesta en libertad tras ser detenida por otros hurtos a personas mayores en Zaragoza. El Grupo de Delincuencia Itinerante de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, al conocer los hechos y hablar con la víctima, logró identificar a la sospechosa. Sin embargo, la mujer ya había abandonado la ciudad, lo que complicó su detención. Debido a su perfil reincidente y su pertenencia a una banda itinerante que opera a nivel nacional, los agentes establecieron una orden de búsqueda y detención. Finalmente, fue localizada en la calle Carlos Vázquez de Ciudad Real, donde fue detenida.
Este tipo de robos genera vergüenza a denunciar en personas mayores
La detenida fue puesta a disposición del juzgado, que decidió dejarla en libertad. La operación sigue abierta y los investigadores no descartan que el número de casos aumente, dado el perfil de la sospechosa y la "cifra negra" que suele rodear este tipo de delitos. Muchas víctimas, especialmente las de mayor edad, no presentan denuncias por miedo o vergüenza, lo que dificulta el seguimiento de estos casos. La imputación de un delito contra la libertad sexual en este tipo de hurtos representa una estrategia pionera en la protección de personas mayores.
Este tipo de delincuencia no solo afecta al patrimonio de las víctimas, sino también a su tranquilidad. Las víctimas experimentan una situación de ansiedad y preocupación que puede tener consecuencias emocionales importantes. La Policía Nacional continúa trabajando para identificar a otros posibles implicados en la banda itinerante a la que pertenece la detenida. La investigación se centra en rastrear el recorrido de la sospechosa y determinar si ha cometido otros delitos similares en diferentes localidades del país.